sábado, 7 de julio de 2012

La verdad del poeta

Al poeta, lo empuja la gente, se lo lleva la corriente, se golpea con piedras, se hiere y escribe. 
Escribe no por necesidad sino para alentar a los demás de los hoyos del camino.
Se cerciora de que te dirijas al sendero correcto pero al final finge tan bien el dolor que uno cae en la trampa, en el hoyo.
Las hojas de otoño, secas , cayeron por fin al final de los rojos y secos atardeceres de Guadalajara, Manhattan y París y quemaron todo. 
Lo quemaron todo. 
Nos engaño el poeta con una sonrisa discreta en el fondo de su cueva 
Ja ja ja
y su eco nos persigue y nos envuelve.
Y de castigo al poeta se lo lleva la corriente se golpea con piedras, se hiere y escribe.

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